Las emociones se gestionan no se controlan.
Ser consciente del lenguaje y modificarlo es fundamental para una correcta gestión emocional.
Controlar y gestionar son términos diferentes, o acaso te daría igual tener un jefe/a qué gestiona a que controle.
Cuando preguntamos por el objetivo en terapia y sale el control emocional suele vincularse a personas que necesitan tener rutinas, no salir de la zona de confort porque tienen más claro lo que va a suceder…
La vida es un cambio constante por eso ante los cambios aparece la ansiedad. Los cambios no se pueden controlar y de ahí el descontrol de las emociones y de la vida en general.
Querer controlar emociones también está vinculado a bloquear emociones, esas emociones desagradables como el miedo, la tristeza, el enfado, emociones que no queremos sentir pero que no podemos envitar, se pueden bloquear y a la larga es perjudicial para la salud mental.
Aprender a gestionar las emociones significa:
- ser consciente de lo que me está pasando
- Ponerle nombre a la emoción
- Sentirla y abrazarla
- Aceptar la emoción y entender que es lo que necesito
“No somos responsables de las emociones, pero si de lo que hacemos con ellas” Jorge Bucay